Y, las mujeres ¿Amamos de forma distinta que los hombres?

Antes de entrar en materia, me gustaría aclarar un poco el título de este artículo, se que podría sonar un tanto sesgado hacia determinar que hombres mujeres aman más o menos o mejor o peor, etc. sin embargo sí existen ciertas tendencias que se observan más en un género o en otro, respetando siempre, las particularidades de cada uno de nosotros, pues el concepto de lo que definimos como “amor” se va creando a partir de creencias, herencias culturales, históricamente, desde un lugar político, desde nuestra ética y moral, así como lo que vivimos con los primeros objetos de amor de nuestras vidas (mamá, papá, etc.) que en buena medida guía nuestros primeros vínculos amorosos, más no los determina del todo, pues podemos trabajar para redefinir la forma en la que “amamos y somos amados”.

Dicho concepto, el del amor, suele ser un tema por demás recurrente, ya que a lo largo de la historia y en la actualidad se reedita de acuerdo a el contexto sociocultural en el que se vive. El amor es sin duda, un sentimiento formado por otros muchos sentimientos.

No podríamos pensar lo mismo del amor en India, donde existe un refrán muy conocido que dice “Primero nos casamos y luego nos enamoramos” a lo que se cree por ejemplo en países como el nuestro sobre “encontrar una media naranja” o buscar un “príncipe azul”, que son ideas muy occidentales y basadas en lo que el sistema nos vende para construir un concepto del amor, por demás alejado de lo que implica un vínculo amoroso sano y que esperemos sigamos desmitificando con el objetivo de tener relaciones más conscientes y plenas. Teniendo una relación de amor, desde el amor.

De ahí que para poder plantear algunos esbozos de lo que es el amor, es importante definir que son los vínculos afectivos. Demos un paso más con el tema, todos los sujetos tenemos la necesidad de vincularnos de manera afectiva con otras personas, de sentirnos amados por los otros. Dichos vínculos tienen formas distintas de expresarse, por ejemplo: 

El contacto familiar o de pertenencia: Vínculo de apego.

La relación que tenemos con nuestros amigos o conocidos: Vínculo de amistad.

Las relaciones de pareja: que son los Vínculos de intimidad y contacto y también el vínculo que tenemos con nosotra (o)s mismos o amor propio. 

Dado que tenemos una naturaleza social, vincularnos afectivamente se convierte en una necesidad y prioridad de los seres humanos, aunque esta necesidad como decíamos al inicio, puede estar permeada por muchos factores que modifican los vínculos y la manera en la que sus manifestaciones se pueden moldear, elegirlos, cambiarlos, romper con ellos, etc.

Por otro lado, está el apego, que si bien está ligado a la primera necesidad de vincularnos, vale la pena definirlo de acuerdo a lo que plantea Bowlby: Las niñas o niños recién nacidos no están equipados para sobrevivir por sí mismos/as sin la ayuda de figuras protectoras que los alimenten, les brinden calor cuando lo necesiten y los auxilien en circunstancias en las que se enferman o se lastiman.

Cuando en este momento de la vida de un sujeto se cubren dichas necesidades, se forma un fuerte lazo afectivo, donde el bebé ubica a las principales figuras proveedoras de dicho lazo, esto además de asegurar la supervivencia del bebé, evolutivamente ha logrado que desarrollemos una capacidad cerebral mayor que nos ha permitido seguir sobreviviendo como especie.

Posterior a establecer este primer vínculo advienen el resto de ellos, de acuerdo a las etapas de la vida, entonces siguiendo una especie de ruta: 

Sujeto ↠ Primer vínculo ↠ Figuras de apego ↠ La sociedad “establece” pautas para vincularnos ↠ Nosotros elegimos “¿Quién?, ¿Cómo?, ¿Cuándo? y ¿Por qué?”↠ Vínculos secundarios (amistad, intimidad, amor propio)  ↠ VÍNCULO DE RELACIONES DE PAREJA.

Ahora bien, adentrándonos en nuestra pregunta que funge como título ¿Hay elementos que nos distinguen a la hora de amar, que es distinta en los hombres?

La respuesta directa y contundente es sí, sí desde la educación  occidental, desde la formación patriarcal que define nuestra identidad y marca rasgos que se vuelven parte de lo que creemos, somos y las maneras en las que debemos reaccionar, en el caso de las mujeres tiene que ver con el cuidado, como factor heredado por la tradición materna y los roles de género. En esta línea es cómo se nos enseña a establecer reglas, limites, acuerdos o desacuerdos en nuestros vínculos amorosos.

Así hombres y mujeres creamos necesidades de sostener vínculos de acuerdo a los roles de género que introyectamos en nuestra niñez.

Por otro lado, a los hombres generalmente se les educa para que repliquen el modelo familiar, cumpliendo con funciones asignadas por la sociedad; ser proveedores, dar protección desde la violencia o a partir de ejercer fuerza física, principalmente y procrear hijos; sin intervenir en la crianza; trabajan horas y horas para mantener a la familia, es decir, los hombres encuentran a “su princesa” y deben ser capaces de proveer y cuidarlas para demostrar el amor que le tienen. No más. 

Si ya leíste hasta aquí, debes estar preguntándote algo, quizá en el tono de: ¿Qué hacemos con esto que ya sabemos?, o una segunda pregunta es: ¿Hay otras formas de que en mi vida adulta pueda modificar la manera en la que me relaciono afectivamente? 

Cuando cada uno de nosotros se vincula en los terrenos del amor, lo que hace es recurrir a lo aprendido previamente, ya sea de forma consciente o inconsciente, entonces muchas veces sin darnos cuenta la dinámica que tenemos con nuestras parejas hace que tomemos papeles que nos condicionan a actuar de tal o cual forma, de acuerdo a lo “esperado” de acuerdo a la ideología de género y lo cultural y a carencias emocionales no resueltas en procesos previos.

Para ello es probable que podamos formar tres diferentes vínculos:

  • Vínculo desde el YO o TÚ 

Aquí recaen todas las características que tenemos introyectadas y generalmente romantizadas sobre encontrar a nuestra “media naranja”, donde un miembro de la pareja se funde en el otro, deja de lado sus proyectos personales, se adapta a los gustos de la pareja, no tiene decisiones propias y su identidad personal se pierde por completo, abandona a sus amistades y todo lo que lo representa en su unicidad y subjetividad; generando relaciones de dependencia, una parte suele controlar a la otra y se instaura una relación de poder. Este tipo de vínculos en las relaciones, siguen siendo la concepción tradicional y machista de las relaciones de pareja, donde hay un concepto de sumisión por el lado de la parte femenina (principalmente) y donde al varón se le permite pensar que es superior a la mujer.

  • Vínculo YO y TÚ

En este tipo de vínculo, suele pasar que no existe intimidad emocional, es decir, los miembros de la pareja están inmersos en su propio proyecto de vida, no los comparten con el otro, propiciando una total y extrema autonomía que termina sin enriquecer y aportar a la relación, resultando también poco nutricio para el vínculo de pareja.

  • Vínculo YO  TÚ (NOSOTROS)

Este tipo de vínculo suele ser quizá el más complejo de alcanzar, dado que los modelos tradicionales pautan los revisados antes, sin embargo, en este vínculo se busca una relación de pareja, justo PAREJA, en equidad y concordancia donde ambas partes busquen propiciar la individualidad de cada componente afectivo, es decir, el otro/a es diferente a mi. 

Lo que sucede con esto es que se pueden fomentar la creación de espacios personales y el reconocimiento de las necesidades propias, donde haya un espacio para llegar a acuerdos, discutir y crecer juntos, en un NOSOTROS, con proyectos comunes, compartidos y apoyo para el desarrollo individual, así puede procurarse la intimidad y la comunicación entre la pareja y el respeto por la individualidad y el desarrollo personal.

Cómo puedes ver las posibilidades de movernos de vínculos no sanos es posible, implica un gran trabajo personal y de crecimiento en pareja, siempre y cuando ambas partes tengan las mismas intenciones de trabajo en conjunto, si necesitas más información o buscas un acompañamiento terapeutico profesional: Acercate a Mind² y potencia tu mente.

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