¿Te ha pasado que tomas una decisión y algún amigo, familiar o inclusive tu pareja decide dejar de hablarte o se vuelve distante después de una pelea si gravedad o peor aún sin razón alguna?
El silencio impuesto como la ley de hielo aparenta ser una actitud infantil, pero realmente esconde una forma de manipulación sutil y muy poca responsabilidad emocional.
¿Cómo se vive la ley del hielo?
Por un lado, la persona víctima de “la ley del hielo” se siente confundida, frustrada y culpable. Continuamente se pregunta: ¿qué hice para que se molestara conmigo? ¿será que es por qué actué de tal forma? ¿Qué hago para que mi relación sea igual que antes?
Mientras que la contra-parte abusa de su poder emocional sobre la otra persona para castigarlo y hacerlo sentir responsable. Suele estar oculto en frases como: “no vale la pena que le dirija la palabra” o “no vale la pena aclarar la situación”
De esta manera convierte en un círculo vicioso, las personas que ocupan el silencio como castigo generalmente tienen tendencias narcisistas y esperan que los demás ocupan gran parte de su tiempo descifrando el porqué de su frialdad. Al no permitir que haya comunicación se corta la posibilidad de solucionar el problema y anulan automáticamente al otro, dejándolo frustrado por no saber las razones del silencio y con una gran cantidad de estrés psicológico
Lo importante, ¿cómo lo identificamos?
Tristemente estamos muy acostumbrados a esta forma de violencia sutil y casi ya la aceptamos por inercia justificando a la otra persona por estar molesta y nos acabamos sintiéndonos culpables por la situación.
Si nos remontamos a nuestra infancia, a muchos de nosotros nos castigaron de esta forma en casa o en la escuela. Si no cumplíamos con las expectativas de papá, mamá o maestros solían comportarse fríos o distantes con nosotros a modo de hacernos sentir culpables. Es por esta razón que tenemos tan normalizada este modo de castigo silencioso, que ahora sabemos es una forma de manipulación.
Ojo, es muy importante no confundir el silencio impuesto con la petición de un tiempo en pausa o un tiempo fuera, el cual se acuerda previamente por ambas partes.
La ley del hielo es como bien hemos mencionado un silencio impuesto por la otra persona sin razón alguna acompañada de las siguientes características:
– Intolerancia a la réplica del parte de otro
– Actitudes tiranas
– Ignora el sufrimiento de otras personas
– No muestra afecto
– Finge que no escucha
Lo más importante para erradicar estas actitudes es en principio darnos cuenta que no somos culpables de los comportamientos de las otras personas, que cualquier relación se puede solucionar hablando o si no hay solución se puede dar por terminada siempre y cuando ambas estén enteradas y por último recibiendo atención psicológica.
Y si estás aplicando “La ley de hielo” se consciente del malestar que estás causando en la otra persona, trabaja en tu madurez emocional y crea vínculos saludables.
Recuerda que todos merecemos una relación saludable basada en la comunicación, la confianza y el respeto.
