Roxana Ruiz
En 1999 se proclamó el Día internacional del hombre, con el objetivo de promover la salud física y emocional de los niños y hombres, la mejora de las relaciones de género, la promoción de una mayor igualdad de género, y la puesta en relieve de modelos masculinos positivos.
Y si, no es casualidad que los hombres vivan entre 5 y 7 años menos que las mujeres y que entre las principales causas de muerte se encuentran las enfermedades cardiovasculares ocasionadas por estrés y depresión, inclusive en las estadísticas sobre el suicidio siempre hay prevalencia del hombre.
La sociedad ha dictado roles muy erróneos y muy específicos sobre cómo se deben comportar hombres y mujeres, en donde no está bien visto que los hombres expresen sus sentimientos y sus preocupaciones pues hacerlo es sinónimo de debilidad. En donde el papel en específico que cumplen en la familia es el de proveer a la familia a costa de su propia salud física y mental.
Y esto puedes parecer trillada y un tema muy hablado, pero también creo es algo en lo que se ha profundizado poco. Si lo analizamos a fondo nos damos cuenta que los hombres han guardado por años sus preocupaciones y que, culturalmente no les enseñaron a expresar y procesar sus emociones. Esto además de estar relacionado directamente con la enfermedades en las que tiene mayor pre valencia, que ya las mencionamos arriba, también está relacionado directamente con el nivel de violencia y adicciones que se presenta en el género masculino.
Digamos que el problema se centra en que la única emoción que se les permite expresar algo o que socialmente es aceptada es la violencia o la agresividad y no solo es aceptada sino es aplaudida por cumplir el estereotipo de del género masculino. Ha estas acciones es a lo que hoy en día llamamos masculinidad tóxica, desde niños se fomentan y se aplauden actitudes violentas, machista y misóginas y por otro lado se reprueban las actitudes sensibles, humanas y empáticas.
En los últimos años se ha intentado hacer conciencia entre el género sobre la importancia de expresar sus emociones y hacerlo de la manera menos tóxica posible. Por que claro, por el rol de proveedor que aun muchos hombres cumplen al 100% se ven sometidos a mucha presión que pocas veces canalizan. De hecho de cada 10 personas que asisten al psicólogo en México, sólo 2 son hombres por que aún se tiene esta falsa creencia de que los hombres tiene que poder con todo.
Por esto, es importante empezar a trabajar con las nuevas generaciones sobre una masculinidad sana en donde hagamos hincapié que ser sensibles y empáticos con su género y con las demás personas no es malo, si no todo lo contrario. Lo cual es un gran reto porque han sido conductas que han estado arraigadas durante años y que muchas veces los hombres las realizan de manera inconsciente.
Aquí te ponemos algunos ejemplos de actitudes que se podrían denominar como masculinidad tóxica y que frecuentemente normalizamos:
- Hacer sentir menos a los hombres por que lloran o expresan sus emociones
- No tomarle importancia al dolor físico o emocional de los hombres creyendo que ellos pueden y deben aguantar más dolor.
- No brindar ayuda o apoyo a algún amigo o familiar solo por creer que por ser hombre no lo necesita.
- No pedir ayuda por creer que eres menos hombre solicitandola .
- Humillar a otros hombres por demostrar sus emociones
Recuerda que cambiar estas patrones es una decisión diaria y un camino largo, pero nunca es tarde para dar el primer paso y empezar a trabajar en tus emociones. Agenda una cita con una de los especialistas de nuestra plataforma aquí.