“Padres presentes, infancia saludable”
Un breve vistazo a la importancia del rol paterno en la infancia.
Por Roxana Ruiz.
Atrás quedo la época en donde la crianza de los hijos solo recaía en el rol de madre y el padre solo veía como un proveedor. El ritmo de vida, la situación económica y el progreso que han tenido las mujeres en el área laboral, exigen que tanto padre y madre estén presentes y tengan un rol específico en la crianza de equipo.
Los beneficios en cuanto a este cambio en el estilo de crianza son muchos, sobre todo para los niños en materia de desarrollo emocional. El rol protagónico de padre en la crianza de los hijos es clave, ya que, psicológicamente representa para ellos una figura de apoyo y seguridad que les permite adquirir mayor independencia y autonomía. La seguridad y la estabilidad que se le da a un hogar ejerciendo la crianza compartida es otro de los beneficios de la presencia paterna.
Para que la crianza compartida se pueda ejercer también depende de que la mujer confié en su pareja y suelte el control de la crianza. Aveces a las madres les cuesta soltar esta idea de que solo ellas saben lo que les pasa a sus hijos y dejar espacio para el padre. Sin embargo, el que la mujer pueda tener confianza en que el padre tenga un rol activo le da seguridad para desarrollarse como mujer y profesional lo cual repercute en la salud mental de los hijos. Bien lo dice la escritora y psicóloga Valeria Sabater “El papá que cuida al bebe no ayuda, ejerce su paternidad”
Cuando los niños sienten que sus necesidades fisiológicas y afectivas están cubiertas también por su padre, tienen más oportunidades para espacios seguros de aprendizaje, que se traducen en un desarrollo cognitivo superior. Son niños más seguros, asertivos, que manejan sus emociones y tiene mejores relaciones sociales. Adicional, los padres promueven en los hijos la capacidad de explorar y asumir retos.
También la presencia activa del padre ayuda a los hijos a definir y darle sentido a la palabra familia, una definición real, que se vive y va más allá de los que dicen los diccionarios. Cuando los padres ejercen un rol activo, los hijos aprenden que la familia es un trabajo en equipo y que no hay actividades exclusivas de papá y mamá, de hombres y mujeres.
Por último, la autoestima, la felicidad, el manejo de emociones y el desarrollo en general se ve beneficiada con una relación constante y activa de padres e hijos. Cuando nos viene a la mente nuestro padre inmediatamente recordamos la relación de infancia con el y lo que aprendimos con su ejemplo y sus consejos, ahí la prueba de la importancia de su rol.
Ejercer la paternidad de manera activa, ya no debería se un reto en estos días, si embargo aun existen barreras culturales importante y modelos de familia obsoletos que obstaculiza esta labor.
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